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28 de agosto de 2013

Las Patronas



Cada año unas 200.000 personas latinoamericanas indocumentadas intentan alcanzar la frontera de EEUU huyendo de la miseria y el hambre que sufren en sus países de origen  a bordo de los denominados trenes de la muerte. Uno de esos trenes es un carguero conocido como La Bestia, al que suben personas procedentes, en su mayoría, de Centroamérica. Cruzar México les llevará entre 4 y 6 semanas, durante las cuales  tendrán que enfrentarse a las caídas accidentales bajo las ruedas del tren, a los atracos, a las torturas, a los secuestros, a los asesinatos, a las extorsiones de la policía y de las mafias, y las mujeres y niñ@s, además, a las violaciones.  

Una madre y su hija se esconden en el interior de un vagon del tren junto con otros indocumentados en el municipio de Arriaga, Chiapas. Toni Arnau / Elfaro.net / RUIDO


El 25 de agosto, 6 hondureñxs morían a causa del descarrilamiento de La Bestia, provocado, según fuentes oficiales, por el reblandecimiento de la tierra a causa de las lluvias y el robo de placas de acero que fijan los durmientes con las vías. El diario digital PUBLICO. ES, a raíz de este suceso, publicaba un artículo en el que afirmaba que "Muchas (mujeres) se ven obligadas a inyectarse Depo-Provera (un anticonceptivo que impide la ovulación durante tres meses) para no quedarse embarazadas en el caso de ser violadas, u ofrecen favores sexuales a hombres a cambio de protección."

Desde hace 15 años, un grupo de 15 mujeres, la mayoría pertenecientes a la misma familia, ofrecen comida -que ellas mismas preparan- medicamentos, ropa, agua, ...a sus hermanxs, como son denominadxs por esta colectividad, a su paso por la comunidad de La Patrona, en el municipio de Amatlán de los Reyes, a 15 minutos de la ciudad de Córdoba.

Las Patronas, como son conocidas estas mujeres, tienen un grupo muy cohesionado y se hallan bien organizadas: cada una de ellas tiene asignada una labor que va rotando periódicamente. Una de estas tareas consiste en transportar el aprovisionamiento a las vias del ferrocarril y, con el tren siempre en marcha, lanzar los paquetes con las provisiones a las personas que viajan de pie entre los vagones o tumbadas sobre sus techos. En un principio, este grupo de mujeres trabajaba únicamente con el poco dinero que cada una podía aportar, pero en la actualidad cuentan con ayuda externa para poder abastecerse. Una de las empresas que "colabora altruistamente" con ellas mediante el suministro de pan, situada en Córdoba, las obliga a trabajar durante dos horas para pagar su asistencia.  

En el mes de Abril, les fue concedido el Premio de Derechos Humanos que lleva el nombre del obispo mexicano Sergio Méndez Arceo, ideólogo de la Teología de la Liberación y conocido como el obispo rojo.

Te invitamos a conocer a las protagonistas a través de este breve vídeo:

La administradora del blog

  

Fuente fotografías: http://www.somoselmedio.org/?p=7743

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